domingo, noviembre 11, 2012

Acá



Acá el extraño extraña con extrañeza desde sus entrañas, acá oscurece más temprano y de un instante a otro somos todos desconocidos.

Acá no dan abasto tus nombres y apellidos, acá la gente vacía sus copas y saca sus espadas en busca de tu oro. Acá la única virgen que existe es la Santa Lumpérica y los flacos prenden sus pipas con el fuego de sus velas.

Acá los niños juegan a que son peligrosos, cambian sus almas por armas y les cuesta decir te quiero. Acá las mascaras no sirven, acá los pibes se inyectan los brillos de las estrellas directo a la vena y pueden olfatear el miedo. 

Acá la gente es más tranquila de lo que parece, eso lo podrás ver cuando cierres tus ojos y mires con tu corazón. Acá abundan las Soledad y las Consuelo, acá escasean las Paz y las Esperanza. Acá muchos fueron a comprar y no volvieron. 

Acá somos todos tartamudos, acá sobran los huérfanos, acá los candidatos son abejas reinas y las dueñas de casa dulce miel, dentro de una colmena ruidosa. Acá el tuerto cambia su ojo por la pierna del cojo, para que al menos uno pueda ver o correr. 

En el más acá la gente junta sus chauchas y es feliz comprando cosas que mañana no podrá llevarse al más allá. Acá la gente tiene piel morena y gastada por el sol. Acá las manitos de las abuelas tienen pena y están exhaustas. Acá los corazoncitos son de fonola y de cartón. 

Acá nadie tiene nada, es por esto que entre nosotros aparecen risas nerviosas, nada es tuyo y nada es mío, no tengo que regalarte, no tengo que quitarte. A veces, acá no es acá, cuando la sonrisa de mi vieja se filtra a través de la ventana, como si fuese la luz del sol entibiando todo a mí alrededor.

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