lunes, marzo 29, 2010

Acerca de nada (y para nadie)


El primer latido secó los ojos,
fue un tremendo viaje hacia nuestros interiores,
fueron las luces sin forma,
y los ruidos desconocidos.

Quede confundido, preocupado
abandonado, sin sus voces,
sin sus brazos y oculto en sus sombras,
en una esquina los espere.

Ni aun me volvía a poner en pie,
cuando el fuego nos volvió locos,
perdimos la voz y el equilibrio,
el temor de nada ver.

Nos abrazamos lo mas fuerte posible,
el ruido que jamás olvidare
y nunca entenderé,
arrodillado los cuide.

Vino el golpe más brutal,
hacia lo más profundo de mi cabeza,
perdimos el brillo en la mirada,
extraviado por el terror.

El vacio se llena de angustia,
las manos no saben que hacer,
aun la voz no esta preparada,
pero al menos mis latidos sienten el calor.