lunes, abril 16, 2012

La brisa me da risa (Tercer acto / Interludio para tomar mate)

No les voy a mentir, ese día desperté con la idea y las ganas de desgastarle los labios… así es, a beso bruto y frio, a beso tierno y tibio, es que la bemba es algo muy delicado, importante e incontrolable (pensé), yo me quería quedar a acampar largos días de arreboles en su suave piel, llevaba en mi mochila mis mejores libros para leer en sus ojos adormecedores, recolecte en los más profundos sueños los olores mas ensordecedores, para gritárselos con ternura, a cambio de desconocidos sabores, mis manos se tomaron todo con calma… al menos en un comienzo, es que la bruteza posee un significado demasiado amplio, pero ese es otro tema, como les iba diciendo, no es que crea que todo siempre fue bien, pero es cercano a eso, permítanme (perdón… permíteme) ir al comienzo y no querer pensar en un final…

Eran días donde no eras el remedio y la enfermedad a la vez, eras simplemente un bonito descubrimiento, una dulce aparición, sin prisa, pero con mucha risa, no pensé en invitarte a subir a una nube ni en bajar a los pies de una cascada, solo quise caminar, a paso lento, es que mis ideales murieron hace tiempo, los mande en un boomerang hecho de arcoíris directo al Sol, pero dije que no iba a mentir, compartiendo la tarde sentí que la conocía desde hace mucho, lo mismo pensé al leerla de madrugada… “es que estas cosas no pasan muy seguido” – me dijo mi mama, preocupada al verme afiebrado de ganas, porque apenas tome su mano por accidente (…no realmente…) me entere de que mis pucheros y risas se estacionarían ahí… entonces, debo llegar al presente, lo que pasa es que me pierdo en imágenes al escribir (perdón… escribirte)

No les voy a mentir, esto es exactamente lo que paso, denme un segundo, dejen encontrar las palabras precisas, a ver, por donde empiezo, por su voz embriagadora…. mmm… por su frente… no, es que ahí sí que me distraería, quizás debería enfocarme en la mirada inquisidora pero acogedora o mejor en los sonidos que emite al abrazar…en fin, eso es lo que paso, espero les haya quedado claro…

Para continuar… debo declararme indignado, de no haber apretado su mano más fuerte, de no trazar sus hombros con mis manos más veces, de no decirle que seguiría escuchando su voz hasta hacerla parte de los sonidos del amanecer, de no asustarla con un “te quiero querer”, es que bastan un par de segundos para sentir que la brisa me da risa y por mas perdidos que estén los segundos, vale mi certeza otoñal

Y es que yo la quiero ver mirando la nada y perdida comiendo flan,

mirando todo y sin ningún plan,

y por momentos no deja huella ni sombra que olfatear,

pero ni se te ocurra que dejare de buscar…

ya que los momentos de viceversa, alguito deben significar


2 comentarios:

maudo dijo...

Interludio Otoñal

Anónimo dijo...

Sencillamente basta entrecerrar los ojos para imaginarlo, como cuando juegas a ver entre tus pestañas.