lunes, noviembre 28, 2011

¿Y qué importa?


¿Y qué importa si ella no tiene olor?, le dije indignado al ángel verde que me acompaño camino a casa, si es su sabor amargo el que produce un efecto adormecedor y hace vibrar hasta el paladar de un muerto.

Es la brisa fría de la soledad, tocando sin tocar, adornando el momento nervioso, el instante preciso, el anhelo y el tierno deseo de hacer ese momento eterno, ¿y que importa si la noche es fría y solitaria?, si la saliva es la que enciende el alma y todo lo demás.

¿Y qué importa si ella no entiende nada?, si su sonrisa revelo que el rumbo es lo que menos importa, si sus labios al cuello crearon un nuevo lugar, una guarida tranquila y suave, si el diente al labio fue como anzuelo a la boca.

Y el ángel verde se sentó al lado mío; me cedió una sonrisa y me pregunto: “por lo que dices y por tu olor a morado… asumo que quieres que vuele hacia donde ella y la abrace como la abrazarías tu, por debajo de la piel y hasta que la luz golpee su rostro”, le sonreí de vuelta.

Y yo se que tiene olores, es solo que no le gusta compartirlos, también se que el sabor lucido de su bemba es mi desvelo, su voz indecisa pero firme, raro y denso cariño es el que ha llegado a rozar mi nariz, hoy solo sueño que espere como yo la espero.

3 comentarios:

maudo dijo...

hoy solo sueño que espere como yo la(e) espero

pau dijo...

luc besson

malavida dijo...

"si el diente al labio fue como anzuelo a la boca".. y pasa que a veces pasa.